domingo, 30 de octubre de 2011

Y el derbi se quedó en casita

Cuatro Rayas Valladolid 28: Sierra, Yeray, Joli (6, 3p, 1excl, R), Nikcevic (4, 1p), Cutura (7), Krivokapic (2), Gurbindo (4, 1excl), Romero (2), Asier Antonio (1excl), Ávila, Eilert (1) y Alexis (2).
Reale Ademar de León 23: Álamo, Losert, Andreu (1excl), Goñi (1excl), Carou (1), Antonio García (4), Dipanda (1, 1excl), Baena (3), Krivochlykov (4, 2p, 1excl), Borges (1excl), Ruesga (1, 1excl), Stranovsky (7, 3p), Cutura (2), Ferrer (1excl).
Parcial cada cinco minutos: 2-2, 5-5, 8-7, 10-8, 13-11, 15-12 (descanso), 18-14, 19-17, 22-18, 25-19, 27-22, 28-23 (final).


Partidazo vibrante el que se ha vivido hoy en el Polideportivo Pisuerga de Valladolid. Quizás llegaba con más moral el Reale Ademar tras su empate in extremis ante el todopoderoso Kiel, pero un derbi es un derbi y puede pasar cualquier cosa.

Salieron los leoneses enchufados con un parcial de 0-2 en los primeros dos minutos, pero la defensa y el ataque de los pucelanos, guiado por un gran Davor Cûtura, comenzó a funcionar e hizo que a los 10 minutos se llegara con empate a 5 en el marcador. Una doble exclusión ademarista entonces fue aprovechada por el Cuatro Rayas para obtener su primera ventaja en el marcador mediada la primera parte.

A partir de ese momento comenzó el festival de José Manuel Sierra ofreciendo al espectador paradas de todos los colores (Losert y Álamo en la otra portería no le iban a la zaga) y, tras un parcial de 4-1, obligó a Isidoro Martínez a pedir el primer tiempo muerto. Ese parón le vino de maravilla a los leoneses que redujeron la distancia a 1 gol a falta de 8 minutos, lo cual hizo que Pastor también solicitara un descanso. En los últimos 5 minutos de la primera parte, el ataque pucelano se enchufó de tal manera que consiguieron llegar al descanso con una ventaja de tres goles (15-12).


El inicio de la segunda parte fue trepidante con Sierra y Álamo en plan estelar y, con 18-16 en el electrónico, llegó la jugada polémica del partido y la que, a la postre, lo rompería del todo. Joli lanzó un penalty muy centrado que, tras un mínimo movimiento de Álamo, fue en la trayectoria de la cara del portero; los árbitros interpretaron intencionalidad y mostraron cartulina roja descalificante al extremo francés del Cuatro Rayas.

La  brava afición pucelana comenzó a animar con más fuerza y tras unos minutos de intercambio de goles y paradas por parte de ambos conjuntos, la exclusión de Andreu por parte ademarista hizo que el Cuatro Rayas metiera la directa. Un parcial de 6-1 en 10 minutos casi decantaba la victoria a favor de los pucelanos (26-19, min 51). El tiempo muerto de Isidoro Martínez apenas cambió la dinámica del partido y sólo consiguió reducir la ventaja en un gol hasta la bocina final.




Me gustó:
- El estado de forma en el que se encuentra José Manuel Sierra. 19 intervenciones para un 46% de efectividad ante todo un Reale Ademar es brutal.
- La gran concentración en defensa durante todo el partido del Cuatro Rayas, especialmente Asier Antonio.
- El buen hacer de Davor Cûtura, Edu Gurbindo y Marko Krivokapic dirigiendo y tirando del equipo.
- El comportamiento en la cancha de ambos equipos, sin piques innecesarios. Queda demostrado que Héctor Castresana era el gran provocador en los derbis castellanoleoneses.
- El ambientazo que había en el Polideportivo Pisuerga.

No me gustó:
- La floja defensa del Reale Ademar. Me esperaba mucho más.
- Las decisiones polémicas de los árbitros (en forma de exclusiones para uno y otro un tanto rigurosas), sobre todo en la jugada de la roja a Joli. La intención no es tirarle a la cara, Álamo se mueve ligeramente.
- Que todo el peso de los 60 minutos recaiga en los mismos 8 jugadores del Cuatro Rayas debido a las lesiones. Pero es lo que hay.
- No haber estado allí para vivirlo.

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