miércoles, 6 de marzo de 2013

Súper López da los cuartos

1. Ayer quedó absolutamente demostrado que el Real Madrid de Mourinho es un equipo creado para jugar al contraataque. En estático y ante un equipo encerrado y que salía a la contra dominó la posesión pero apenas creó peligro. Justamente lo que le ocurrió al Barça contra Chelsea, Milán, el propio Real Madrid...

2. ¿Influencia del árbitro en el resultado? Claro, mal para los dos lados. En el gol del ManU RvP estaba en fuera de juego al inicio de la jugada. La expulsión de Nani (sobrevalorado Nani) puede considerarse rigurosa porque no vé venir a Arbeloa, pero la entrada es muy dura. Penalti por manos de Rafael, en Europa no tiene por qué ir acompañada de roja directa. Carrick tuvo que ser expulsado por doble amarilla por un agarrón a Kakà. Hubo penalti de Sergio Ramos al final. Vamos, casi empate.

3. La suerte en esta vida es fundamental. Casillas subió al primer equipo del Real Madrid gracias a que César estuvo cedido en el Valladolid. Llegó a la titularidad después de que Illgner se lesionara y Bizzarri hiciera partidos horribles (él no lo hizo mejor en su debut). Jugó el Mundial'2002 gracias a que a Cañizares se le cayera un bote de colonia en el pie. Fue el héroe de la Novena gracias a que César se lesionara a mitad de partido. Y nunca había tenido una lesión grave.

4. Esa suerte ha querido que Diego López volviera al Real Madrid. Suplente o titular intermitente sin continuidad en el Sevilla, en dos meses se ha convertido en el héroe de Manchester y ha conducido al Real Madrid a la final de Copa del Rey. Nunca nadie había merecido más justicia que él. Nunca levantó la voz por su suplencia, siempre mirando por el bien del grupo. Muchos dirán que el Real Madrid se clasificó gracias al árbitro; esos mismos no se acuerdan que Súper López salvó 4-5 goles clamorosos. Él realmente fue el artífice de la remontada, no el árbitro, Modric o CR94. Si sus paradas las hace otro lo elevarían a los altares.

5. La clave del partido no estuvo en que el ManU se quedara con un jugador menos. La clave fue que Welbeck tuvo que abandonar a Alonso. Me recordó a los marcajes que le hacían a Guardiola en su momento. Maniatado Pep, su Barça no jugaba. Maniatado Alonso, el Madrid no tenía fluidez en el medio del campo.

Y 6. Ryan Giggs se convirtió ayer en leyenda. 1000 partidos con los diablos rojos con 39 años. Y jugando de titular unos octavos de UCL (igualando a Raúl con 144 partidos), haciendo coberturas y cubriendo su lateral e incorporándose al ataque siempre que pudo.


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